Generaciones

De manera abrupta tenemos que romper con el paso generacional que trae en sus hombros la actitud y la postura de la peor forma de relacionarnos con la madre tierra, puliendo su superficie con el fuego que vomita cenizas producto de la destrucción de lo verde. Obra de hombres, tragedia de especie. Nuestra postura, distante y ególatra, construida sobre la base de la arrogancia humana, sólo ha traído consigo la post-pesadilla de nuestra civilización y la alteración de todo el sistema que permite la vida sobre la tierra. Nuestro amado país, al día de hoy, recibe la lluvia, que empieza como bendición y termina como dantesco drama, provocadas por las irregularidades del clima de un globo que calentamos. Y tristemente son ellas y ellos, los más humildes, sepultados por el sistema, los que sufren las calamidades propiciadas por los insensatos amos titiriteros.